No recuerdo la última vez que escribí.
Es curioso, como algo tan vital para alguien puede hacerse tan de rogar.
No parece que tenga inspiración, ganas, temas...
Tal vez sea porque no puedo personalizarme tanto como antes. Porque no tengo el valor, el coraje, los ovarios de dar la cara, ni siquiera por o para mí. De enfrentarme a mí misma.