Hoy hace un año. Justo un año que me marché de mi ciudad, no solo a otro país, sino a otro continente.
Hoy, 15 de julio de 2016, 5:10 am. 14 de julio de 2016, 22:10 en México.
Ya llevo una semana en "casa". Y ya estoy entrando en ese punto de no retorno en el que parece que nunca me fui.
En el que mi casa, mis amigos, mi familia, mis calles, son tan reconocidos que no siento que haya estado un año alejada de ellos.
Y aunque me hable gente que no estaba en mi vida entonces, ya no siento que haya pasado tanto con ellos. Que hayan sido más que mi familia cuando más lo necesitaba, cuando me encontraba completamente sola.
Los voy sintiendo irreales, lejanos, los siento virtuales (y da gracias que existe la tecnología para sentirlos así...).
Hoy, de pronto, en mitad de la madrugada, cuando crees que ya te han olvidado, que es lo que esperas que suceda (ese miedo que siempre se instala dentro de ti, aunque intentes recordarte a diario que no, que dejaste huella, que fue demasiado importante); una amiga me dijo que me extrañaba.
Otra, la que más cerca de mí vivía, la que siempre venía a sacarme (salvarme) cuando más encerrada estaba, me dijo que llegaría en diez minutos. Como tantas otras veces. Como siempre allí. Como nunca más.
Y sientes ilusión. Te emocionas. Te hace feliz y te hunde a partes iguales.
Y es que ahora, estando aquí, la gente, con mirada apenada, sólo sabe decirme: "es que un año fuera, lejos de casa, de tu familia, es mucho tiempo".
Pero nadie parece darse cuenta de que ese "mucho tiempo" también lo es como para hacer una vida completamente nueva en el otro lugar, para encontrar a tu gente allí.
Y lo que nadie te dice cuando te vas lejos, cuando te vas mucho, es que las llamadas por Skype son casi misión imposible con siete horas de diferencia.
Que el "volver a vernos" se hace algo demasiado caro y complicado con 8000 kilómetros de distancia y once horas de vuelo de por medio.
Que las conversaciones por Whatsapp se convierten cada vez más en un cúmulo de mensajes a medias y sin sentido, con respuestas incompletas a deshora.
Lo que nadie nunca te dijo fue que podrías no encajar con nadie de tu entorno, y de repente lograr ser tú misma de forma que nunca creíste que lo harías, con personas en la otra punta del mundo.
Que me separen tantas horas, tanto dinero, tanta distancia y tanto todo de la gente con la que podría estar ahora, con la que me encontraría en este preciso instante, me parte el alma.
La vida es injusta y absurda.
Nos pone a gente en nuestro camino para quitárnosla o alejarla de nosotros.
A mí me enseñaron que la gente con la que eres tú, con la que eres feliz, con la que disfrutas, siempre debías mantenerla cerca de ti.
Esas personas, aquellas con las que estás bien y feliz, están para que... Si en este momento te apetece ir a tomar un café, a cenar, a contarles tres tonterías o a darles un abrazo, puedas hacerlo.
Si no, ¿para qué tenemos a gente que queremos y que nos quiere? ¿Qué sentido tiene?
¿Por qué vida? ¿Por qué cruzas nuestros caminos entonces?
"Pues regresa", me dicen.
Pero mi casa está aquí, y mi familia, y la otra mitad de mi vida, y mis personas, y mi habitación... (amo mi habitación como no tienen idea).
Pero el caso es que, siga aquí o me vaya, siempre me va a faltar mi vida de allá, y mi gente de allá. No es justo que no puedas tener a todas las personas que quieres al alcance de tu mano. Nadie me avisó. Nadie me preguntó si lo quería.
Yo nunca firmé ningún contrato en el que aceptara algo así. Algo como que...
Cuando te vas, al final, lo que nadie te dice, es que nunca podrás tener cerca a toda tu gente. Jamás. Ni todas tus vidas.
De lo que nadie te avisa es de que, tarde o temprano, tendrás que elegir entre tus intereses, tus sueños, tus metas, tus planes, tu vida, tu familia, y toda la gente que amas.
Cuando te vas, todos te instan a que aproveches el tiempo, te abras, conozcas gente y hagas amigos. Pero de lo que nadie te advierte es de que aquello no es permanente..
Lo que todo el mundo olvida es que el problema de aprovechar el tiempo, es precisamente aprovecharlo demasiado.
Y que cuando te creas una familia en la otra punta del mundo, estés donde estés, y pase lo que pase, siempre pertenecerán, literalmente, a "la otra punta del mundo" con respecto a ti.
Te ejtraño amiga. <3
ResponderEliminarY yo a ti :')
EliminarMuy bonito!! saludos desde Méxicooo!!!
ResponderEliminar¡¡Gracias!! :P
Eliminar