viernes, 11 de enero de 2019

Sobre la persona perfecta

Sigo aprendiendo. De alguna forma, afortunadamente, nunca paro de hacerlo. 
Aún cuando siento que ya lo he visto o comprendido todo, ZAS. Viene algo nuevo. 

Así que, seré breve, en cuanto a la persona perfecta, y a tu tú, aún más perfecto o perfecta:

El truco está en valorar a quiénes de verdad merecen la pena, en lugar de malgastar el tiempo en otros, o recalcar los defectos de estos.

Aquella persona que, aunque no haga siempre lo que esperas, haga más de lo que esperarías de nadie.

Que aunque no la puedas cambiar, sus variaciones complementen las tuyas.
Aquella cuya aparente incompatibilidad contigo, saque siempre lo mejor de ti.

Que aprendas con ella o de ella, y no intentes imponerle lecciones.
Que cuando haya un problema o cualquier desacuerdo, se lo digas, sin rodeos, y ante todo habléis.

Que preguntes antes de asumir, y bromees antes de sufrir.

Que en vez de exigir más de lo que es capaz de darte, valores todo lo que te ha ofrecido hasta ahora, y que sabes que nadie más siquiera pensó en prestarte

Que recuerdes que, al igual que sucede contigo, no puedes pedir a nadie más de lo que está dispuesto a darte.

Que valores cada una de sus atenciones, en lugar de quejarte por los detalles que obvió.

Que siempre deis y seáis más;
Y que nunca, nunca os reduzcáis. 

Que como un buen amigo me dijo hace poco,
"No te voy a decir que no te preocupes, porque yo también lo haría. 
Pero sí te voy a decir que recuerdes que, a pesar de la rutina, estás viviendo una experiencia temporal. Que nada es estable al cien por cien porque son muchos los factores que intervienen."

Y que siempre vas a encontrar excusas para estar triste pero sólo necesitas una buena razón para ser feliz. 

Que siempre hay tiempo de arrepentimientos pero nunca el suficiente para aprovechar el momento. 

Que nunca tengas miedo de valorar, y dar valor; si hace falta, de más. 
Que cada persona, con su historia, importan. 
Y que nunca sabes a quién le puedes estar cambiando una vida hoy. Pero siempre podrás quedarte con la duda de si habrías cambiado algo en ella de haberlo dado todo. 

Así que sólo te deseo que encuentras a la o las personas con las que la comunicación sea tan fluida y natural como la que deberías ser capaz de tener también contigo mismo.
Esa gente a la que le da igual cuándo, cómo y qué le cuentes porque juzgan tan poquísimo que ni siquiera muestran una sola mueca ante los hecho más "chocantes". Sólo siguen el tema de la conversación como si nada pasara.

Te deseo que dejes de crear ideales y de hacer "lo normal", porque la normalidad es también una ilusión. Que ninguna vida es realmente normal.

Disfruta de lo que viene y, sobre todo, déjate llevar.
Que todo fluya. Y que, ante todo, puedas darte cuenta de ello, y apreciarlo lo suficiente. 

Que sepas que, aunque ahora estés aquí, sea donde sea, eso no significa que no puedas moverte.

Y, oye, que lo he visto. Que tengo a personas, algunas muy recientes, en mi vida que dan amor infinito sincera y desinteresadamente. De forma tan natural que a veces cuesta darse cuenta, e incluso hacen balancearse mi mundo pensando que están fingiendo.
En eso nos hemos convertido: en desconfiar de todo aquel que nos da más. 
Pero eso, que existen. Y nunca he conocido a gente tan sana. 
Que dejemos de quejarnos de dar y no recibir nada a cambio.

Que las personas perfectas no existen, y tú tampoco lo eres. Pero gracias a eso, la vida es mágica. Gracias a eso, a ellos, a vosotros, he escrito esto.

Gracias a la vida, estoy donde estoy. 

Y, oye, soy feliz. 

Gracias a esta vida, llenamos nuestro tiempo de gente maravillosa.

Y gracias a esa gente, vivimos. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario