Qué pensarías si supieras que cada noche que sales, dejo mi teléfono encendido por si te da por buscarme.
Que cada vez que llaman a la puerta, sigo esperando que seas tú quien está del otro lado. Que mi corazón se acelera hasta límites insospechados cuando oigo un coche aparcando junto a mi casa.
Qué me dirías si te dijera que mi habitación está tal y como la tocaste por última vez para que la reconozcas si algún día te da por volver.