viernes, 10 de enero de 2014

Sobre la luz del día...

Abro los ojos. Veo mi habitación en la que tantas cosas he pasado, en la que tantos momentos se han sucedido, en la que paso la mayor parte de mis días, y tan sólo sonrío.
Me incorporo ligeramente y me desperezo. Veo un pequeño rayo de luz que se cuela por la pequeña franja que queda abierta bajo la persiana. Una diminuta luz, muy débil en realidad, pero suficiente para "encender" toda la estancia. Me sorprendo de cómo algo tan irrelevante puede iluminar una habitación entera. 

Vuelvo a sonreír.

Salgo de la cama, sonriente,

martes, 7 de enero de 2014

Sobre la madurez...


Estoy madurando dicen, pero yo siento todo menos la madurez. No me siento madura, no me siento mayor, no me siento sabia; lo único que siento es que mi cuerpo crece, mi cerebro aumenta, y con él el conocimiento que es capaz de albergar. Pero, ¿implica eso que soy más lista? ¿Que me queda menos por saber? Lo dudo.

Si el amor debe ser aquello que te hace libre, no podemos sentirnos presos de él, ni tampoco de la otra persona.

Si el presente debe ser aquello que te permite vivir, no podemos quedarnos presos del pasado.