Esa sensación de no sé dónde estoy, cómo he llegado hasta
aquí, quién soy yo. Ese profundo miedo a lo desconocido, o a lo excesivamente
conocido.
Vives tu vida día tras día sin prestar atención a nada ni a
nadie. Tratas de no pensar porque, en un principio, estás feliz llevando la
vida que llevas.
Pero de pronto un día cambia todo. Un instante de lucidez,
de reflexión, bastan para que despiertes. Tan sólo un efímero momento que
puede cambiarlo todo, que te hace ver la realidad de otra forma. Que te hacer
ver tu vida tal y como es.