martes, 31 de diciembre de 2013

¿Feliz año?

Llegó el momento. Lo sé.
Ya llegó el momento en el que todos os felicitáis por Whatsapp dejando las tiendas llenas de postales navideñas que nadie va a comprar.
Ya llegó el momento en el que todos publicáis felicitaciones por Twitter aunque no sintáis el deseo de felicitar a los 1000 seguidores que tenéis.
Ya llegó el momento en el que todos cambiáis vuestros estados de Facebook para explicar lo "maravilloso" que ha sido el 2013 aunque os hayáis pasado el año quejándoos.

Ya llegó el momento en el que pasáis el día cocinando, en la peluquería, haciendo compras de última hora, comiendo "poco" para hacer hueco para la noche, calculando las horas que tardaréis en arreglaros, temiendo y deseando que lleguen las 12 de la noche... Ansiosos por empezar un año. No, ansiosos por iros de fiesta. Temerosos de lo que pueda venir en el 2014.

Yo no. No pienso felicitaros el año. No pienso ir a la peluquería. Tampoco tendré una cena copiosa. Ni almorzaré poco. Ni empezaré a arreglarme dentro de una hora. Ni estaré ansiosa o asustada.
Estaré tranquila. No os desearé que paséis un buen año porque odio las palabras de compromiso.
No hablaré de lo bueno o malo que ha sido este año porque lo que he vivido o dejado de vivir ha sido porque YO he querido. Y de la misma forma sólo YO puedo saber cómo ha sido.
No pienso mandar felicitaciones por Whatsapp porque defiendo el papel y, ante todo, el contacto interpersonal.
No pienso publicar felicitaciones por Twitter porque en 140 caracteres me faltan letras para felicitar a la gente a la que quiero, y me sobran para hacerlo a las que no me importan.

Y sí, he cambiado mi estado de Facebook. Es cierto. Pero esto no es una felicitación. He cambiado mi estado de Facebook para que sepáis que aquí una servidora piensa vivir su 2014 a su manera.
Porque llamamos suerte a lo que nos ganamos día a día, y karma a lo que nos pasa por imbéciles.
Porque la felicidad que tengamos durante el año no depende de las personas que nos la deseen el 31 de diciembre. El "feliz año" se vive día a día, y depende de las ganas que le pongamos.

¿Habéis cumplido vuestros deseos este 2013? ¿Os arrepentís de lo que habéis hecho o dejado de hacer?

Entonces no os deseo un feliz año. Lo único que deseo es que creéis un mundo en el que viváis lo que queréis vivir, en el que resistáis lo que estéis dispuestos a resistir, en el que hagáis lo que os apetezca hacer. Pero ante todo que viváis en un mundo creado por vosotros y nadie más.

Yo pienso arriesgarme. Porque ya llegó el momento. Y porque no hay cosa más odiosa que las palabras que se dicen sin sentir.

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