La vida está compuesta por puzzles, formados a su vez de millones de piezas... Cada momento, cada situación, cada circunstancia, son un rompecabezas en sí mismo. Cuando se completan, todo es perfecto...
Aunque todo el mundo sabe que la felicidad y satisfacción de haber montado un puzzle no duran eternamente... Al poco tiempo simplemente se olvida, o pasa a un segundo plano.
Otros que nos mantienen atentos, casi enganchados, queremos terminarlo rápido, que todo esté completo; pero la prisa puede conllevar decepción una vez acabado.
A veces, encontramos piezas sueltas; ya sean de puzzles que tenemos guardados, o de puzzles que aún no hemos comenzado.
En cuanto a las piezas perdidas, siempre hay puzzles incompletos. Hay piezas que por más que se busquen nunca aparecen. Y tal vez sea porque en esta ocasión, la imagen que formaban las piezas era más bella si no se completaba...
También son las propias personas las que deciden, las que eligen qué hacer, cómo y cuándo; o aquellas cuya personalidad les impide hacer lo contrario...
Existen personas que nunca se han visto con fuerzas ni ganas de comenzar un rompecabezas; y otras que, si alguna vez lo han intentado, se han rendido ante la primera vacilación.
Existe ese otro tipo de personas que comienza puzzles nuevos constantemente, los terminen o no; y otras que en cuanto finalizan uno empiezan otro.
Luego hay un tipo especial de gente, son aquellos extraños seres que sienten el deseo, las ganas, la ilusión y la determinación de hacer un puzzle grande, ¡uno de 2000 piezas! Pero el último que hicieron tan sólo tenía 200...
Y mi pregunta es, ¿por qué hay que ir poco a poco? "No puedes pasar de hacer un puzzle tan pequeño a uno tan grande, tienes que ir aumentando paulatinamente el tamaño". Eso es lo que dice tu cabeza. Eso es lo que dice la gente. Pero tú quieres hacerlo. Esa determinación viene un día, de pronto, y es importante que le prestes atención.
¿En qué clase de guía está escrito que las cosas han de llevarse a cabo poco a poco?
¿En qué "manual de vida" nos obligan a dar pequeños pasos?
¿En qué momento de nuestra existencia, a alguien se le ocurrió la genial idea de frenar las ambiciones, los impulsos, las emociones, las sensaciones; para ir poco a poco? ¿Realmente pierdes algo si no logras terminar el puzzle?
 En la vida, nadie te pregunta a qué nivel de dificultad quieres pasar. No hace falta ir poco a poco, y estoy segura de que eso lo inventó alguien para que no lo adelantasen.
¿Realmente la vida es lo suficientemente corta como para no poder dedicar algo más de tiempo a ese puzzle concreto? Sí. A ese. Al de las emociones y sensaciones.
Pues después de todo, algunos puzzles son más difíciles que otros; pero eso siempre se traduce en una mayor satisfacción y una mayor felicidad al terminarlo.
Además, ¿sabías que también hay puzzles que no se olvidan nunca? Como lo oyes. Algunos son tan difíciles de terminar, y tu alegría es tal cuando está completo, que queda grabado para siempre en tu cabeza; incluso en tu corazón. Y lo recuerdas todo: cuándo lo empezaste y lo terminaste, cuánto tardaste en componerlo, cuándo tomaste la decisión de hacerlo, cada pieza que pusiste...y...el maravilloso resultado final. Y aún a riesgo de que se te olvide, también puedes enmarcarlo y colgarlo en una de las paredes de tu casa.
Mientras leías esto, se te han venido imágenes a la cabeza. Ya sea de niño, de más joven o incluso de adulto; sea por ti mismo o con ayuda; sea jugando niños pequeños o por aburrimiento, has recordado algún puzzle o rompecabezas que has hecho.
Quizás, hasta te hayan entrado ganas de empezar uno ahora mismo. ¿Y por qué no lo haces? ¿Qué te lo impide?
¿Y la vida? ¿Qué te impide vivirla? Has pensado en empezar un puzzle nuevo, en comprar otro, o hasta en intentar aquel que no conseguiste. Pero, ¿por qué no piensas así en la vida real? Ya sabes que el daño de perder alguna pieza, la decepción de no terminarlo e incluso la satisfacción de sí hacerlo no duran para siempre.
¿Qué te hace rendirte en la vida real? ¿Qué te impide intentarlo? ¿Por qué rechazas continuar ante la primera dificultad?
Al fin y al cabo, cuando quieras, puedes dar el gran salto. Un puzzle no es más que la vida a piezas...
 
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