Te echo de menos.
La cama está vacía sin ti.
La casa es silenciosa sin ti.
La nevera está llena, y nadie la consume.
Los paquetes, sin abrir, porque eran para disfrutar juntos.
Cada vez que me giro creo que voy a encontrarte en cualquier esquina, sentado frente al ordenador.
A veces despierto,
trabajo,
cocino,
duermo,
me distraigo,
y casi me olvido de que no estás,
al menos durante un segundo,
hasta que vuelvo a la realidad.
Espero, simplemente, verte aparecer por la puerta,
y perseguirme para darme un beso,
mientras yo huyo de ti, entre risas.
A veces, juro, casi puedo sentirte. Y olerte.
Creo que tu esencia está impregnada en mi cerebro porque no parece querer irse de ningún rincón.
La lavadora lleva días llena,
casi no me queda ropa interior que ponerme,
pero falta tu ropa, para lograr encenderla.
Las mañanas son tediosas,
frías,
tristes,
vacías.
Y mejor no te hablo de las noches, porque ni soy capaz de mencionarlas.
Solo las sufro,
contando las horas,
mirando el reloj,
y esperando que pasen.
He estado comiendo todas las sobras que he podido encontrar,
y fregando platos acumulados durante tres días.
Yo.
Cocinar y lavar es algo que hacíamos los dos.
Juntos.
Y realmente ya no le encuentro el sentido a hacerlo por mi cuenta.
Siento la tentación de agarrarte la mano por la calle,
de rodearte con mis brazos alrededor de la gente,
y de besarte en la cabeza mientras hacemos algo.
Pero tu cuerpo no está a mi alcance.
Por faltar, me faltas hasta con mis amigos.
Para mirarte cuando digo algo gracioso esperando oír tu risa,
para reírme cuando tú haces algún chiste,
para rozarte con alguna parte de mi cuerpo y sentir que somos tú y yo contra el mundo.
De nuevo y siempre.
Apenas he logrado disfrutar de mi tiempo,
de mis hobbies,
de mis actividades favoritas.
De todo eso que me llena de luz, me falta y me hace feliz.
Porque me gustaban más contigo.
Todo ese estar conmigo misma se ha desvanecido,
sin tenerte a ti cerca.
Lo único que hago es dormir.
Y perder el tiempo.
Y pensar en ti.
Y mirar nuestras fotos.
Y hasta me haces reír en recuerdos.
Te echo de menos.
En todo me faltas.
Y ya.
A secas.
Sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario