No sé lo que es pero está ahí.  
No sé qué es pero siempre aparece al final del
día.  
No sé si es un sentimiento, una
sensación, un recuerdo o simplemente mi subconsciente,  pero siempre está ahí. No hay forma de pararlo.
Me hace sentir cosas que no quiero sentir. Pensar en cosas
en las que no quiero pensar. Hacer cosas que no quiero hacer.  Pero está siempre ahí, conmigo. Y no hay
forma de pararlo.
Llega cuando todo va bien, cuando en un instante de mi vida
me percato de que nunca he sido tan feliz; entonces aparece. Y me hace dudar. Y
me hace sentir miserable. Y me hace recordar. Y duele.
Puede que sea una defensa, una coraza. Puede que sea un
sentimiento de culpa inherente a todo humano cuando se siente feliz sabiendo
que la vida no está hecha para eso. Sabiendo que hay tanta gente infeliz. Es un
sentimiento de culpa similar al que sientes cuando estás desanimado sabiendo
que no tienes ningún derecho a estarlo cuando hay gente en peores
circunstancias.
Pero claro que tienes derecho. Cada uno tiene derecho a
sentir lo que quiera cuando quiera. Mereces sentir algo. Sentir es la mayor
señal de que estás vivo. Y siempre vas a sentir. 
Pero el juego de los sentimientos finaliza cuando los
descubres. Entonces sabes que para bien o para mal, algo ha terminado. Mientras
no sepas lo que sientes, todo va bien. Si supiéramos todo lo que sentimos, la
vida sería demasiado tediosa.
Pero te frustras. Te hartas de jugar a ese juego. Quieres
gritar, llorar, reír, saltar, caer y hacerte daño a la vez. Quieres dejar de
jugar. Dejar de adivinar. Saber lo que sientes.
Y entonces lo descubres, y el juego se acaba. Te arrepientes
de haberlo deseado. Sabes que algo termina.
Y entonces desearías no sentir.  Pero ese es el peor error.
Porque cuando no sientes...mueres.
Y si mueres...no puedes volver a sentir.
 
*___*
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