domingo, 1 de marzo de 2020

¿Qué es una relación entre dos tóxicos?

¿Es posible que aún recuerde la sensación que me provocabas cada vez que me agarrabas la mano en público?

(Te) escribí ayer. 
Bueno, no lo envié.
Siento que tengo una carpeta entera cargada de todas las cosas que nunca te dije.
Todos los mensajes que me prohibí enviarte. 
Bueno, no. 
Si contara todos los que me prohibí enviarte, no habría espacio suficiente.

[No lo hagas.]

Con qué derecho, quería decir. Que no preguntar.
Con qué derecho le hago esto a él. 
Con qué derecho me interpongo. Te hago esto a ti. Le hago esto a ella.
Aunque luego pienso, ¿cuántas veces lo has hecho tú? ¿Cuántas veces lo hemos hecho nosotros? ¿Cuántas veces traspasamos todo límite y desafíamos toda expectativa?

¿Te gustaría tanto como a mí cuando lo haces tú?

¿Sentirías lo que yo? ¿O te enfadarías? ¿Te avergonzarías? ¿Te haría feliz? ¿Te haría saltar de alegría y llorar de nostalgia? ¿Te haría plantearte todo, querer volver atrás, crearte dudas de tu presente? ¿Te haría sentir indiferente?
Aunque, aun sintiendo todo esto, sentirías lo que yo. 
Porque me provocas (bas) todos los sentimientos y emociones existentes juntos. 
Y ninguno. A la vez.
Cada vez que aparecías de nuevo en mi vida. Con un mensaje. Simplemente. 
El hecho del infinito y después recordar tu mano en la mía...
Querer que me la agarres, supone tanto. Es tan representativo de lo absurdo de mi vida.

[¿De la mía, o de la nuestra?]

Creo que la nuestra.
Creo que es la perfecta definición de lo que siempre fue nuestra relación.

Tiene gracia, cuando pienso en todo lo que me limité. Lo que me pohibí decirte. 
Yo. Que siempre lo digo todo.
Que nunca me puse bridas. Que siempre le iba al amor por delante y a los sentimientos con honestidad. En lo bueno y en lo malo.
Y, sin embargo, contigo...
Contigo tuve que aprender que no iba a ser tan fácil. Contigo tuve que darme cuenta que podías (e ibas a) rechazarme.
Que yo también te rechacé.
Que era un juego, pero cargado de realidad.
Que nunca hubo ni habrá sentimientos tan puros, ni dos personas más avergonzadas, cautelosas y deseosas de algo a partes iguales.
Contigo, cariño, me tuve que contener.
Y aún lo hago. Hoy. 
Años después, de la última vez que te vi.

Tóxico. Así lo llaman.
No sano. 
Pero cuando yo echo la vista atrás, sólo logro preguntarme: ¿fuiste tú el más tóxico, o lo fui yo?
Y si tú te dabas cuenta de tu toxicidad (o no), de la misma forma que yo, ¿qué hay de cierto en esa intención?
¿En qué se convierte, una relación entre dos tóxicos?
¿Es que acaso existe una persona en el mundo que no tenga al menos una relación tóxica en su vida? Ya sea amor, amistad, familia...
¿Por qué hay que cortar de raíz si quieres quedarte? Si ambos quieren.
¿Por qué es obligatorio que se termine? ¿Por qué es lo correcto? 
¿Es que acaso se puede hablar de correcto o incorrecto en cuestión de sentimientos?
¿Desde cuándo se puede objetivizar el corazón humano?
Bien sabemos lo dañino, difícil e incierto que supone catalogar a una persona de "tóxica", "mala", "buena", sin conocerla. Desde fuera, hablando sin saber. 
Imagínate una relación completa.
¿Eso no supone, de nuevo, juzgar?
¿Cómo es más tóxico tener miedo en una relación que juzgar a alguien por tenerlo?

Es curioso, cómo funciona la vida. Curioso y triste. Cómo nos engañamos. 
Cómo establecemos lo moralmente aceptable según nuestras propias creencias.
¿Cómo puede algo ser moralmente aceptable porque yo y un grupo de personas más así lo creen? 
¿Y aun así ser cierto?

--------

No sé si añoro que me vuelvas a agarrar la mano.
Pero ojalá lo hicieras, y volviera a sentir. 
Eso que nunca sentí de nuevo. 
Eso que dudo que alguna vez sentí.

Sigo aquí. 
Aunque no lo parezca.
Aunque te evite.
Aunque te huya.
Aunque no responda.
Aunque trate de desaparecer (te) de todas partes.
Aunque parezca enojada. Feliz. Segura de mí misma.

Años después, aún hoy, sigo aquí, cariño
¿Por cuánto tiempo más?

[¿Y qué hay de moral en escribir esto, precisamente ahora, en esta libreta, en esta casa, en esta vida...?]

---------

No hay ninguna relación sana, per se.
Es una ilusión.
Nadie tiene una relación completamente sana, porque somos personas. Somos personas a las que nos cuesta vivir con nosotras mismas. 
Cuando dos personas chocan, sus intereses chocan, y entonces son dos personas tratando de encontrar un punto en común.

¿Cuándo no somos tóxicos nosotros para con nosotros mismos? 
¿Cómo no vamos a serlo para otras personas?
Si es sabido que siempre hemos sido nuestros mayores enemigos y obstáculos... 
Al juntarnos con otra persona, qué esperamos...


No hay comentarios:

Publicar un comentario